Al contrario de la ruleta, o hasta mismo del póquer, que muchos creen tener como cuna lo continente europeo, las máquinas tragaperras o slots son, por excelencia, el juego americano.
Probablemente el mecánico alemán Charles Fey, que en su taller en San Francisco (Estados Unidos) construyó, en 1896, la primera máquina de tragaperras, no sabia que estaba creando toda una cultura de juego que en poco más de un siglo se tornaría uno de los símbolos máximos de las casas de juego.
Esa primera máquina tragaperras, denominada de “Liberty Bell” (Campana de la Libertad), era de hierro y contaba con tres carretes giratorios que funcionaban mecánicamente, una ranura para insertar las monedas y una palanca externa para activar la máquina. Los rodillos con los símbolos (en aquel entonces eran “campanas de la libertad” y símbolos de cartas: diamantes, espadas, corazones) giraban rápidamente durante algunos segundos, para luego indicar la combinación de símbolos ganadora. Lograr 3 campanas en una fila daba derecho al premio más grande, un importe total de 50 centavos de dólar o 10 níqueles.
Fey tuvo mucho éxito con sus “Slot Machines”. Estas Máquinas encontraron rápidamente una gran difusión y fueron instaladas en los bares, en las salas de juego, en las tiendas…
Desde la creación hasta los días de hoy, los slots han evolucionado muchísimo y actualmente existen cientos de variantes de este juego. Actualmente se juega slots o video slots en todas partes del mundo, y se puede decir que un Casino no es un verdadero Casino si le faltan estas divertidas Máquinas.